jueves, 7 de julio de 2011

1 de Julio de 2011


Mi autoestima durante esta semana no andaba muy bien que digamos, andaba depre ayer, pero cuando llegó la hora de ir a festejar el cumple de David, me pusé unos pantalones de mezclilla entubados, una blusa azul de las que se estiran y te quedan pegaditas y unas plataformas negras, de las que están de súper moda. Y unas pulseras azules muy lindas. Y al ver que me veía bien, me sentí súper segura. De caminar por la plaza sola, y hasta de hablarle a Elena, (es de las típicas chavas que visten súper padre, que te miran cuidadosamente de arriba abajo y que muchas veces te hacen sentir menos) sin preocupaciones, y sin sentirme cohibida o menos que ella.
El día de ayer, terminó súper bien, probándome muchos vestidos, para la fiesta de Manuel (por cierto, en este momento debería de estar arreglándome para ir, si es que tuviera vestido, zapatillas y permiso para ir) y para la de Jessy, que es mañana. Pero bueno, el punto es que ayer me sentí súper feliz conmigo misma, y esa felicidad ha permanecido conmigo por hoy.
De una tarde soñolienta (tenía mucho sueño, me quedé dormida y luego mi mamá me despertó) y triste, deseaba ir a la fiesta de Manuel, pero no encontraba la manera de preguntarle a mi mamá si me dejaría ir. No tenía vestido, y creo que era necesario comprar uno. (Pero no quería presionarla por la cuestión del dinero, la crisis económica, que no hay trabajo y que además mi abuelito está enfermo e internado). Ayer, Mi BFF & yo fuimos a la plaza a festejar el Cumple de mi “hermanito”  (comiendo pizza) y nos probamos varios vestidos. Sé que digo que ella se apasiona demasiado con las marcas, yo no lo hago (al menos trato de no hacerlo y de no ser demasiado “materialista”) pero en serio hubo más de 5 vestidos que me encantaron. Me encantó el diseño y además me gustó como se me veían (y aggg no todos los vestidos me quedan tan bien como aquellos y no es por presumir). No es bueno basar tu seguridad en tu apariencia y menos en tu ropa, pero en serio, cada vez que vas a un centro comercial y entras a las boutiques y te pruebas ropa padrísima, y que además se te ve súper bien, es casi imposible no tener un cambio en tu actitud y tu seguridad.
Me arrepiento de no haber tenido la “confianza” de preguntarle a mi mamá si me dejaría ir, ahora mismo estaría en la fiesta, luciendo un vestido muy lindo y unas zapatillas muy coquetas, venciendo mis inseguridades, socializando, perdiendo el miedo a mostrarme tal y como soy, cumpliendo mi sueño (uno de tantos) de ser “más conocida en la escuela” ( lo cual ayudaría también a sentirme mejor conmigo misma) y a lo mejor hasta el de ser “popular”, (porque el próximo año estaré en tercero de secundaria y debo de tener buena fama). Y además por si fuera poco, demostrándole a la “palmera” (una chava con la que compito mucho en cuestión de calificaciones y que además se siente miss universo) que no es mejor que yo, y que tampoco tiene mejor cuerpo que yo. Creo que me hubiera divertido, pero el único inconveniente hubiera sido mi mamá, que ha andado muy cansada y que se hubiera desvelado por mi culpa.
Pero ya ni lamentarme…

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